ingresó en el oscuro Olimpo de la historia criminal argentina cuando gatilló dos veces a sangre fría, con el arma reglamentaria de su padre policía, contra su novio de 20 en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.
Trabaja en una guardería y en un centro de salud como secretaria. Vivía en Ucacha y los fines de semana solía visitar a su padre en el campo, en Ausonia, donde también colaboraba en diversas tareas. Además, le gustaba bailar danzas folclór...