26Y sucedió que en el undécimo año, el día primero del mes, vino a mí la palabra delSeñor, diciendo:2Hijo de hombre, por cuanto Tiroha dicho acerca de Jerusalén: «¡Ajá!, la puertade los pueblos está rota, se abrió[a]para mí, me llenaré,ya queella está asolada...