“Era el olor a quemado, un color negro que provenía del cohete”, dijo. “Con cada ráfaga de viento, lo olí, lo sentí en mi piel y me congelé por dentro, sentí la muerte nuevamente a mi ...
ametralladoras y perros entrenados. Los disparos no tardaron en empezar a sonar. No buscaban controlar un motín sino perpetrar una masacre que sirviera como escarmiento. Dentro del penal estaba el doctor Drauzio Varella, uno...