en el templo, algo terrible debió suceder, pues sobre el lago se vieron luces fantásticas y, por la mañana, notaron las gentes que el ídolo no estaba en el templo y que el sumo sacerdote Taran-Ish yacía muerto, como fulminado por un terror indecible, y, antes de morir, Taran...
Para él el conocimiento es algo pasajero que debe cambiar en la medida que el ser humano recorre nuevos espacios, encuentra nuevas preguntas, imagina diferentes mundos. Argumenta: "El conocimiento es como la ciudad; se transforma en la medida que descubre nuevos territorios, nuevos horizontes...