Algunos ejemplos son los Mazda MX-5, Toyota GR Supra, Subaru BRZ, BMW M2, Caterham Super Seven o Porsche 911. Todo este grupo son máquinas fantásticas de conducir, pero ninguno puede presumir del corazón del icónico deportivo estadounidense. Sí, hablamos de un propulsor V8 de 5.0 ...