para que no lo juzgue “desquehacerado”. Pero mi surtidor más fecundo de neologismos son las lecturas. Están los que memoricé hace años en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM:“Ya viene la golondrina / Ya viene la golonfina / Ya viene la golontrina […] La golonni...
Me cuesta conciliar el sueño cuando estas oraciones aparecen en las traducciones profesionales. ¡Y las he visto y oído! Supuestamente, no está mal. No destroza premisas de la gramática del castellano, pero ¿cuándo se atenderá al uso? ¿Me dirán que lo hacen para que quede...