El Cielo, la Santísima Trinidad y vuestra Madre, necesitan hoy más que nunca, apóstoles de fuego, con celo y pasión dentro de la Santa Iglesia. ¿Amados, cuánto hace que no hacéis una confesión general como muchos laicos la hacen?
En su tiempo y a su hora, te podrán ver a ti, pero sentirán mi Presencia. Yo te esculpo según mi imagen y con la Cruz a cuestas. No temas mi chiquito. Te aseguro que, aunque se te vea roto, es porque Yo, tu Dios y Señor, te voy transformando en Mí. ...