—¡Bien! Savalls o Chevas, ¿qué mas da? ¡Por una letra no se queda chino! —replicó malhumorado el franciscano. —Y en el siglo catorce, no en el siete —añadió el dominico en tono de correctivo, como para mortificar el orgullo del otro. —¡Bueno, un siglo más ...