Uno: el melancólico tango que Enrique Santos Discépolo...
Yo con este cuerpo quería pelear. Fue una temporada terrible. En casa, un poco alarmados, llamaron al médico. No tenía nada. El médico, pobrecito, me aconsejó lo de siempre: que dejara de fumar, que dejara de beber, que dejara de acosta...