Figura 1. Mapa de la Ciudad de México, de 1791, encartado en la guía de forasteros de 1792 y 1793Fuente: Mascaró, 1791. MMOyB Con la llegada del siglo XIX, las guías combinaron las herencias informativas con las anécdotas, fábulas, prosa y poesía europeas y los “últimos cam...