Y ya es hora de que a la novela acerque mi reseña, y ojalá mi mano no tiemble ahora que me dispongo a señalar, sin perder los nervios ni que me absorba la impaciencia, lo que allí se vivió y sucedió. Espero que se me permita la licencia de haber adaptado para el inicio...
No manchen, a las 10:30 de la mañana, enjabonada de pies a cabeza, no había comprensión alguna. Mi mente pedía venganza. Así es que como pude me medio quité el jabón con las manos y luego con una toalla y ya medio seca me envolví en ella y corrí hacía la ventana del ...