Me fascinan voces como ésa, efímeras; brotan igual que hongos en esta época de lluvias. Azarosas, obligan a frenar el paso y volver los ojos para ver si leímos bien. Incorporan matices agradecibles. A veces se me aparecen al teclear, pero casi siempre las acuño cuando requiero...
No importa que esta ciudad me zangolotee y me dé de golpes a cada rato. Y no pienses que estoy lejos. Cada momento estoy contigo, cerca de ti. Rodeada con mis pensamientos te tengo siempre. Tanto que a veces, de tanto Imaginarte, llego a sentir, clara y realmente, el calor dulce ...